María Ignacia Lucares

B-Morph: Innovación arquitectónica al servicio del medioambiente

Arquitectura, ciencia y emprendimiento se unen en la historia de María Ignacia Lucares, arquitecta egresada de la Universidad de Santiago de Chile y Máster en Diseño.  Su proyecto, que comenzó como un experimento académico, hoy se convirtió en B-Morph, una empresa que desarrolla materiales innovadores con impacto ambiental positivo. Todo partió en 2018, cuando ganó el concurso Despega Usach con una idea que buscaba integrar la sostenibilidad en la construcción.

María Ignacia Lucares nos cuenta que su inspiración surgió al conectar disciplinas en el campus universitario. Durante su magíster, trabajó estrechamente con el laboratorio de polímeros de la Facultad de Química y Biología, donde desarrolló un material con propiedades sorprendentes, con la capacidad de purificar el aire y resistir bacterias. “Fue un desafío salir de mi zona de confort y pasar de los planos arquitectónicos a los experimentos químicos, pero ahí nació la esencia de lo que hacemos hoy”, destaca.

El proyecto inicial, llamado Protofachada, buscaba crear un componente arquitectónico modular utilizando plásticos reciclados. Tras múltiples iteraciones y mentorías obtenidas a través de la Incubadora de Negocios de la Universidad de Santiago, Innovo , el concepto evolucionó. Nació B-Tile, un revestimiento arquitectónico que utiliza nanotecnología para purificar el aire, degradar olores y ser antibacterial, logrando un impacto ambiental tangible. “Nunca imaginé que este material tendría tantas aplicaciones potenciales”, comenta Lucares.

Además de las mentorías y talleres que recibió gracias al concurso Despega Usach, María Ignacia vivió una experiencia clave al participar en una pasantía en Estados Unidos, donde perfeccionó su modelo de negocio y estableció vínculos internacionales. “Aprender sobre comercialización, innovación y modelos de negocio fue transformador”, asegura. Estos aprendizajes han permitido a su empresa abrirse paso en mercados internacionales, especialmente en Europa, donde existe un mayor interés por tecnologías limpias.

Rompiendo barreras y desafíos

Lucares reconoce que el camino no ha sido fácil, especialmente en un sector como el de la construcción, donde predominan los desafíos culturales y económicos. Sin embargo, su resiliencia la ha llevado a expandir su enfoque hacia otras industrias, como la agrícola y textil, logrando un impacto más amplio. “Hoy, B-Morph trabaja con clientes internacionales que valoran nuestro aporte ambiental, incluso cuando en Chile aún faltan normativas que impulsen esta industria”, explica.

 

Para María Ignacia, emprender es más que un desafío; es una herramienta para generar cambio. “Perder el miedo y arriesgarse es clave”, aconseja. Hoy, como mentora y líder en innovación, motiva a las nuevas generaciones a integrar pasión y conocimiento para transformar sus ideas en soluciones concretas que beneficien al medioambiente.

Con su historia, María Ignacia Lucares demuestra que el compromiso con la sostenibilidad y la creatividad interdisciplinaria pueden cambiar el mundo, un proyecto a la vez.

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